En cuanto a «camionetas» ya hay controversia: rojos o transurbano. En cuanto al «Estado de Derecho», los chapines ni la sombra le vemos. Esto es, sin embargo, algo que ha ocurrido desde que este terruño se convirtió en Nación.
Para que usted comprenda el hermoso concepto de «Estado de Derecho», le invito a salga a la ventana de su casa u oficina y observe el tránsito vehicular. Durante algunas semanas trabajaremos el concepto para que no le quepa duda, cuando escuche hablar a los políticos, cuando sí y cuando no le están vendiendo el verdadero concepto de Estado de Derecho.
En las calles de la ciudad circulan un sin fin de vehículos, peatones, para arriba, abajo, norte, sur, este y oeste. Nadie puede decir con precisión hacia dónde camina aquel con quien se «topa» en un semáforo. De la misma manera, nadie puede saber con precisión hacia dónde va cada uno de los ciudadanos o habitantes de un Estado.
¿Cómo logramos llegar a nuestro destino y cómo definimos nuestro destino? Eso es lo que significa vivir o no en un Estado de Derecho.
El marco general normativo: leyes, costumbres, moral, guían o restringen la actividad en mayor o menor grado. Calificar esas normas de «buenas» o «malas», es lo que dará o no un acercamiento a ese Estado de Derecho.
A partir de hoy, súbase conmigo a una camioneta y descubramos si estamos cerca o lejos de tan preciado estado.
Caminemos por la ciudad, crucemos la calle, subamos a un bus, alquilemos un taxi. ¿Me acompaña?
Mario E. Archila M.