El gobierno ha lanzado un proyecto en el aeropuerto de Escuintla, que incluye la creación de un área económica especial para atraer inversiones.
El viceministro de Edificios Estatales y Obras Públicas, Javier Maldonado, comentó a la prensa el año pasado»Vamos a estar centralizando [ahí] todos los vuelos de cargo que ya no van a estar bajando en el aeropuerto internacional La Aurora. … Va a ser un eje fundamental de competitividad debido a que se van a generar polos de desarrollo en las zonas francas”.
De acuerdo a la noticia a la que tuvimos acceso, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) criticó el proyecto y pidió al gobierno que cambie sus planes y considere ofrecer servicios de pasajeros, pues considera que “Separar las operaciones de pasajeros de las de carga —principalmente ante una severa contracción económica debido a la pandemia que se espera que tome de tres a cuatro años en recuperarse— tendría importantes repercusiones logísticas que reducirían la eficiencia y competitividad del sector en el país”, según declaraciones del vicepresidente de IATA para las Américas, Peter Cerda, a la revista Estrategia & Negocios en 2021.
Adicionalmente, el CIV también tiene en curso una licitación por obras de alcantarillado y electricidad, entre otras, en el área del aeropuerto, con la posibilidad de participar presentando las ofertas en los procesos de licitación antes del 22 de diciembre. Los detalles los encuentra en el sitio Guatecompras con el número de identificación 18509118.
Desde la perspectiva del comercio internacional y aduanero, esta noticia preocupa en cuanto a sus impactos en los costos logísticos y manejo de carga. Si la carga aérea llegará únicamente al aeropuerto de Escuintla, será previsible un incremento en los costos logísticos y los tiempos de despacho, considerando que la Ciudad de Guatemala concentra muchísimo el destino final de las cargas, pero resulta muy complicado el ingreso de camiones. Debemos considerar que hay muchísima carga aérea que manejan empresas de courier, por lo que esa logística podrá verse complicada. El ingreso a la ciudad tendrá esa carga nueva, adicionalmente a los puertos marítimos del sur (Quetzal y TCQ).
De la misma manera, los vuelos de pasajeros con carga podrían no estar siendo considerados por el gobierno, lo que habrá que esperar qué disposiciones harán públicas.
Desde el cumplimiento aduanal, entenderíamos que la aduana express aérea sería trasladada a dicho aeropuerto, con lo que los agentes aduanales y gestores deberán trasladarse también a la localidad para poder cumplir con los requerimientos y procedimientos aduanales.
Ya veremos qué terminará sucediendo con este cambio que se quiere hacer, toda vez que no es inmediato. Evidentemente, sería mucho más provechoso para el país que se habilitaran más aeropuertos como aduanas internacionales de carga, ya que la logística se vería beneficiada. Imaginen poder enviar carga por aire a distintos puntos del país, hacer en la cercanía del destinatario el trámite de desaduanaje, sin tener que concentrar todo en un sólo punto. Obviamente, imagino, el volumen de carga aérea no es tal que exista carga para Huehuetenango que permita que un 737 aterrice allá o en San Benito o Quetzaltenango; pero eso deberá ir cambiando. Limitar a un único aeropuerto toda la carga, no lo veo como la mejor estrategia.
Mario E. Archila