Entre todo, estamos acá
2020… quizás no fue tan malo
Estamos terminando el 2020. Un año que ha tenido los peores momentos del siglo XXI, probablemente. Luchamos contra un enemigo invisible, que causa controversia en cuanto a su capacidad de matar, pero, sin duda, nos ha puesto a todos a pensar en eso que es inevitable: la muerte.
Entrar en contacto con nuestra mortalidad, entre todo, es quizás lo mejor del año. Sabernos finitos, mortales, nos permite darle perspectiva a lo que hacemos. Nuestra vida está sobre un escenario. En el 2020, las calles quedaron vacías, pero el escenario no. Siempre, nuestras acciones gustarán o no a los demás. Lo importante es que sean aquellas que nos llenan, que nos dan paz, que nos regalan satisfacciones. De nada sirve hacer cosas si llenamos nuestro interior de desgano, rencor, dolor, frustración. Estamos por un corto tiempo en la tierra, eso ha sido la lección. Un bicho, no sólo el pandémico actual, sino cualquier otro, hasta un resbalón en la ducha, puede terminar con la vida que tenemos. Nuestro público primario es nuestro propio corazón. Luego, la familia y por último, aquellos con los que interactuamos en las demás esferas. El legado, nuestra reputación, será el peso o el premio que deban llevar a todos lados a donde vayan nuestros hijos. Los negocios que hagamos podrán manchar o hacer brillar ese nombre que heredamos, aun no queriendo, a nuestros seres más cercanos y, quiera la vida, más queridos.
El 2020 ha sido, en eso, bueno. Quizás logramos más tiempo de convivencia, pues hemos ganado horas con el hecho de no tener que transportarnos de un lugar a otro. Algunos, por primera vez en muchos años, han podido compartir una comida entre semana con sus hijos o han podido regresar a ponerlos a dormir. Esos momentos son los que dan sentido al resto de lo que hacemos.
Nuestra propia historia
En este 2020, Archila & Asociados cumplió 56 años de existencia, con muchas historias, dificultades que sobrevinieron, como a todos en este año. Recuerdo aquél 13 de octubre de 2009 cuando mi papá toma posesión de la magistratura en Corte Suprema de Justicia y queda la firma totalmente a mi cargo. Un día de alegría, pues era más que merecida la designación, y, al mismo tiempo, de miedo ante la incertidumbre. A los pocos meses se concluyen los cierres de operaciones de los dos clientes más importantes de la firma y con ello, ese miedo empieza a verse de cerca. El volumen de trabajo y, por tanto, el nivel de ingresos, se reduce casi a nada de la noche a la mañana. Recuerdo que varios meses no había suficiente para pagar todos los servicios y salarios, menos para cubrir los gastos de la recién ampliada familia y un segundo bebé en camino. Sin embargo, las cosas fueron cuajando. Fueron confiando en nuestro trabajo cada vez más y más clientes con quienes hemos trabajado en los últimos 10 años. Sistematizamos procesos internos y fuimos ganando espacios dentro del complicado mundo de los servicios legales, gracias a la confianza de todos nuestros clientes y amigos: usted. De ello, siempre, infinitas gracias.
Hoy, diciembre de 2020, contamos la historia. Viendo los difíciles momentos del pasado como lecciones de esa palabra que se puso ahora de moda: resiliencia. Estamos viendo al futuro para buscar en la amplitud del horizonte las mejores formas de servir a aquellos a los que nos debemos: Nuestros clientes, usted. Una oficina totalmente digital que nos permitió una adaptación rápida a estos nuevos tiempos. Es el momento de sacar los instrumentos de dibujo y ponerse a hacer los planes para los siguientes 10 y 20 años.
Nuestra vida, la interior, la privada y la pública, son oportunidades, en cada espacio, para dejar un legado. Durante 56 años hemos estado allí rodeado de nuestros clientes, la única razón por la que trabajamos, para ayudar y servir en aquello que nos encomiendan. Así como la bailarina realiza sus fouetté y frappé, primero, para sí misma, su razón de ser es presentarlo sobre un escenario y levantar en el público esas sublimes emociones, cuando agita sus alas en el lago. De la misma manera, nosotros, los abogados, estamos completos únicamente cuando resolvemos para nuestros clientes un problema o les ayudamos a documentar un negocio. Sin ustedes, somos nada.
Así que celebremos estas fechas, en la medida de la realidad humana. Celebremos a los que nos dejaron para siempre, celebremos a los que están a nuestro lado, celebremos a los que conoceremos en el futuro. Celebremos el regalo de la vida. Entre todo, tenga usted una feliz Navidad y un 2021 con una platea llena al que pueda regalar su mejor desempeño.
Mario E. Archila M.
Felicidades Lic. Y muchas gracias por su historia y por sus animos, éxitos en el 2021, gracias por compartir sus experiencias tributarias y legales.
Felices fiestas Licenciado Mario