Salí de mi casa y fui al café. El de siempre. Allí al que recurro cuando debo meditar de la vida. Sin mucha atención me dispuse a sentarme con el latte grande con leche deslactosada de siempre. Un joven sentado en el sillón de al lado me llamó la atención. Usaba la misma camisa queSigue leyendo «Un café…»
