Transparencia fiscal

La modernidad ha cambiado el significado de muchas cosas. Las palabras significan otra cosa que su definición real y original. Es un fenómeno de control, como apuntaba Hayek en sus obras.

Ejemplos de ello, los términos como justicia, sociedad, democracia y hasta derechos. Se usan ahora en términos que engloban lo injusto, lo dictatorial en nombre de la “sociedad”, la aniquilación de los derechos de los individuos porque no son “democracia” y por derechos ahora se defienden los reclamos y los privilegios.

En esa lista, también, la transparencia fiscal. Se usa el término para indicar que los ciudadanos deben enseñar hasta qué talla de calcetines usan pues se penalizará si no justifican el “beneficiario final” del par de calcetines que no son de su talla. Regresamos a ser esclavos.

La transparencia es algo que incumbe únicamente al gobernante. El que tiene prohibido esconder sus bienes y sus acciones es, precisamente, el gobernante, el funcionario público y el empleado público. ¿Por qué? Porque usa TU dinero para vivir. El dinero “público” no es del “presidente” o “de la SAT”. Es tuyo. Y sobre cada centavo debe rendirse cuentas.

La transparencia es, por lo tanto, la garantía del ciudadano sobre el uso adecuado de sus recursos. Sin embargo, por arte de magia -adoctrinamiento, realmente- se modificó el contenido del término para transformar el sistema.

Ahora es el gobierno quien tiene “duda razonable del uso de tu dinero”. Tiene a su favor una especie de inversión de la carga de la prueba en la que debes demostrar que tu dinero lo gastaste en ti y que tu dinero proviene totalmente de haber pagado impuestos en los términos que un burócrata lo determina.

El ciudadano tenía -el texto sigue existiendo en el artículo 24 de la Constitución de Guatemala- derecho a la privacidad. Estaba obligado a presentar información muy limitada de sus movimientos económicos. Era una verdadera garantía contra la intromisión, contra el control social y la libertad de vida.

Esos tiempos en los que no había nadie que pudiera extorsionar a un ciudadano porque se compró algo. Tiempos anteriores que, como decían los abuelos, eran mejores.

Mario E. Archila M.

Publicado por Mario E. Archila

Si bien soy abogado, siempre he tenido una pasión por los valores y la forma en que las personas toman sus decisiones. Soy catedrático y eso me ha llevado a estudiar cosas alejadas de mi profesión inicial. Un amigo dice que soy el "abogado con valores", pues paso mucho tiempo educando en cómo tomar esas decisiones de la vida, administrar correctamente el tiempo, fijarse metas y lograrlas... Espero que te ayude lo que acá encontrarás.

Un comentario en “Transparencia fiscal

  1. Excelente publicación! Comparto con tu persona, que el ideal del estado repúblicano, democratico y constitucional, fue concebido para proteger al ciudadano del abuso del uso del poder de quien ocupe un cargo público y quisiera utilizar los recursos del cargo para imponer a los ciudadanos su arbitraria voluntad. La SAT abusa de las facultades que tiene y se abroga otras que no tiene y se extralimita al solicita información a los ciudadanos desde la inscripción al RTU, al operar bloqueos en el sistema y otras acciones ilegitimas que vulneran los principios del debido proceso, la presunción de inocencia y violan la intimidad de las personas.

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